Fondare 23 Risultati per: inmenso

  • Bendito sea Yavé, tu Dios, que te ha favorecido y te ha puesto en el trono de Israel. Yavé es quien, en su inmenso amor por este pueblo, te ha puesto como rey para que lo guíes con rectitud y justicia.» (1 Reyes 10, 9)

  • Asá y la gente que estaba con él los persiguieron hasta Guerar y cayeron de los etíopes hasta no quedar uno vivo, pues fueron destrozados delante de Yavé y su campamento; y se recogió un botín inmenso. (2 Crónicas 14, 12)

  • Por su parte, los edomitas y amonitas acamparon en la montaña frente a Dotán, y mandaron a algunos al sur y al este frente a Egrebel, que está al lado de Jus, sobre el torrente Mojmur. El resto del ejército asirio quedó en la llanura y cubría todo el país. Sus carpas y equipajes formaban un campamento inmenso porque era una enorme muchedumbre. (Judit 7, 18)

  • Así también, una vez que sea publicado el edicto del rey en todo tu inmenso imperio, las mujeres sabrán respetar a sus maridos desde el más rico hasta el más pobre.» (Ester 1, 20)

  • De ese clamor nacía, como de un pequeño manantial, un río inmenso que desbordaba los campos. (Ester 11, 9)

  • No salva al rey lo inmenso de sus tropas, ni su gran fuerza libra al que combate. (Salmos 33, 16)

  • Nombraban reyes a los que eran de su agrado y derrocaban a quienes no lo eran. Tenían así un poderío inmenso. (1 Macabeos 8, 13)

  • Al verlo comenzarán a temblar de un miedo inmenso, asombrados de ver que se ha salvado contra toda esperanza. (Sabiduría 5, 2)

  • Tus cordeles se soltaron y ya no sostienen el mástil; no se izó la bandera. Entonces hubo que repartir un botín inmenso, hasta los cojos se echaron sobre los despojos; (Isaías 33, 23)

  • Pongan la cara hacia arriba y miren: ¿Quién ha creado todos esos astros? El, él mismo, que hace salir en orden su ejército, y que llama a cada estrella por su nombre. Su fuerza es tan grande y su poder tan inmenso, que ninguna se hace la desentendida. (Isaías 40, 26)

  • «Ah, Señor Yavé, tú has hecho los cielos y la tierra con tu inmenso poder y con la fuerza de tu brazo. ¡Para ti nada es imposible! (Jeremías 32, 17)

  • Escuchen el griterío que sale de Babilonia y el crujido inmenso del país de los caldeos. (Jeremías 51, 54)


“A divina bondade não só não rejeita as almas arrependidas, como também vai em busca das almas teimosas”. São Padre Pio de Pietrelcina