Fondare 262 Risultati per: hemos

  • Mientras tanto, sepamos conservar lo que hemos conquistado. (Carta a los Filipenses 3, 16)

  • por lo que hemos sabido de su fe en Cristo Jesús y de su caridad para con todos los santos. (Carta a los Colosenses 1, 4)

  • Por eso, tampoco nosotros hemos cesado de rezar por ustedes desde el día en que recibimos esas noticias, y pedimos a Dios que alcancen el pleno conocimiento de su voluntad, mediante dones de sabiduría y entendimiento espiritual. (Carta a los Colosenses 1, 9)

  • Que nadie ofenda a su hermano o hermana en esta materia o se aproveche de él. El Señor pedirá cuentas de todas estas cosas, como ya se lo hemos dicho y declarado. (1º Carta a los Tesalonicenses 4, 6)

  • Piensen que es algo grande tener estabilidad, hacerse cargo de las propias necesidades y trabajar con las propias manos, como se lo hemos mandado. (1º Carta a los Tesalonicenses 4, 11)

  • Pero ahora hemos oído que hay entre ustedes algunos que viven sin control ni regla y no hacen nada, muy ocupados en meterse en todo. (2º Carta a los Tesalonicenses 3, 11)

  • Una cosa es cierta: si hemos muerto con él, también viviremos con él. (2º Carta a Timoteo 2, 11)

  • Hemos pasado a ser solidarios de Cristo, pero con tal de que mantengamos hasta el fin nuestra convicción del principio. (Carta a los Hebreos 3, 14)

  • Tratemos de resumir lo que hemos dicho: tenemos un Sumo Sacerdote que está sentado a la derecha del Dios de Majestad en los cielos; (Carta a los Hebreos 8, 1)

  • Por eso, si hemos recibido el reino que no se puede conmover, conservemos esta gracia y sirvamos a Dios cómo él desea, con amor y de verdad, (Carta a los Hebreos 12, 28)

  • Y nosotros hemos de responder confiados: El Señor es mi socorro, no temeré. ¿Qué pueden hacerme los hombres? (Carta a los Hebreos 13, 6)

  • En efecto, no hemos sacado de fábulas o de teorías inventadas lo que les hemos enseñado sobre el poder y la venida de Cristo Jesús, nuestro Señor. Con nuestros propios ojos hemos contemplado su majestad (2º Carta de Pedro 1, 16)


“O mais belo Credo é o que se pronuncia no escuro, no sacrifício, com esforço”. São Padre Pio de Pietrelcina