Fondare 186 Risultati per: hacen

  • La envidia y la ira acortan la vida, las preocupaciones hacen envejecer antes de tiempo. (Sirácides (Eclesiástico) 30, 24)

  • Las vigilias que exige la riqueza hacen perder peso, las preocupaciones que trae consigo espantan el sueño. (Sirácides (Eclesiástico) 31, 1)

  • El oro bota al suelo a los que lo hacen su dios; los que no piensan en eso se dejan conquistar por él. (Sirácides (Eclesiástico) 31, 7)

  • El yugo y el cabestro hacen doblar el cogote; para el mal servidor, castigos y cadenas. (Sirácides (Eclesiástico) 33, 27)

  • Lo mismo pasa con cualquier obrero o artesano que trabaja día y noche, con los que graban los sellos y se esfuerzan por variar el diseño. Toda su atención está puesta en el trabajo que hacen, y pasan las noches en vela perfeccionando su obra. (Sirácides (Eclesiástico) 38, 27)

  • Le dio, a él y a su raza, las ofrendas que se hacen al Señor: ese es su pan. (Sirácides (Eclesiástico) 45, 21)

  • Tus jefes son unos rebeldes, complices de ladrones. Todos esperan recompensa y van detrás de los regalos. No hacen justicia al huérfano ni atienden la causa de la viuda. (Isaías 1, 23)

  • ¡Oh, pueblo mío!, los que debían guiar tus pasos te hacen desviarte y echan a perder el camino que sigues. (Isaías 3, 12)

  • Y si quedara solamente la décima parte, también habría de ser entregada al fuego, como hacen con la raíz de la encina y del roble. De la raíz, sin embargo, brotará una raza santa.» (Isaías 6, 13)

  • Están locos los príncipes de Zoan, y se engañan los príncipes de Nof, pues hacen desviarse a Egipto ellos, que son los jefes de sus tribus. Yavé les suministró una droga para que pierdan los sentidos. (Isaías 19, 13)

  • También éstos se tambalean bajo los efectos del vino, sacerdotes y profetas andan dando tumbos por haber tomado tanto. El vino los hace titubear y los licores fuertes les hacen perder los sentidos: divagan en sus visiones y tartamudean al dar sus sentencias. (Isaías 28, 7)

  • - Sí, en realidad, con palabras que hacen reír y en un idioma extranjero, le va a hablar a este pueblo (Isaías 28, 11)


“A pessoa que nunca medita é como alguém que nunca se olha no espelho e, assim, não se cuida e sai desarrumada. A pessoa que medita e dirige seus pensamentos a Deus, que é o espelho de sua alma, procura conhecer seus defeitos, tenta corrigi-los, modera seus impulsos e põe em ordem sua consciência.” São Padre Pio de Pietrelcina