Fondare 368 Risultati per: eres

  • Digan también a Amasá: ¿No eres tú de mis huesos y de mi carne? Que Dios me castigue si no te hago para siempre jefe de mi ejército, en lugar de Joab.» (2 Samuel 19, 14)

  • Joab se acercó y la mujer le preguntó: «¿Tú eres Joab?» El respondió: «Yo soy.» Ella, entonces, dijo: «Escúchame.» (2 Samuel 20, 17)

  • Yavé, tú eres mi lámpara, mi Dios, iluminas mis tinieblas; (2 Samuel 22, 29)

  • No había terminado de hacer esta pregunta, cuando se presentó Jonatán, hijo de Abiatar. Al verlo, Adonías le dijo: «¡A ver!, tú que eres un hombre honrado nos traerás seguramente buenas noticias.» (1 Reyes 1, 42)

  • y dijo: «Yavé, Dios de Israel, no hay Dios semejante a ti, ni en el cielo, ni en la tierra. Tú eres fiel a tu alianza y tienes compasión con tus siervos cuando te sirven con sinceridad. (1 Reyes 8, 23)

  • Así que montó en el burro y partió tras el hombre de Dios, al que encontró sentado bajo un árbol. El anciano profeta le preguntó: «¿Eres tú el hombre de Dios que ha venido de Judá? (1 Reyes 13, 14)

  • La mujer dijo a Elías: «Ahora veo realmente que eres hombre de Dios y que tus palabras vienen de Yavé.» (1 Reyes 17, 24)

  • Estando Abdías en camino, Elías le salió al encuentro. Lo reconoció Abdías y, cayendo con el rostro en el suelo, le dijo: «¿Eres tú Elías, mi señor?» (1 Reyes 18, 7)

  • A la hora en que se hacen los sacrificios, la tarde, se acercó el profeta Elías y oró así: «Yavé, Dios de Abraham, de Isaac y de Israel, que se sepa hoy que tú eres Dios en Israel y que yo soy tu servidor y que por orden tuya he hecho todas estas cosas. (1 Reyes 18, 36)

  • Respóndeme, Yavé. Respóndeme y que todo el pueblo sepa que tú eres Dios, y que tú conviertes sus corazones.» (1 Reyes 18, 37)

  • Su esposa Jezabel le contestó: «¡Y tú eres el que manda en Israel! Levántate, come y alégrate. Yo te daré la viña de Nabot de Jezrael.» (1 Reyes 21, 7)

  • Pero ni siquiera eres capaz de hacer retroceder al más insignificante de los generales de mi rey. ¡Tú creíste que Egipto te daría carros y caballerías! (2 Reyes 18, 24)


“Para consolar uma alma na sua dor, mostre-lhe todo o bem que ela ainda pode fazer.” São Padre Pio de Pietrelcina