Fondare 343 Risultati per: campo de batalla

  • Una voz dice: «Grita.» Y yo respondo: «¿Qué he de gritar?» La voz dice: «Toda carne es hierba, y toda su delicadeza como flor del campo. (Isaías 40, 6)

  • Animales del campo y de la selva, acérquense a devorar. (Isaías 56, 9)

  • «No salgan al campo, ni anden por los caminos, porque allí está la espada del enemigo: ¡terror por todos los lados!» (Jeremías 6, 25)

  • Por eso, así habla Yavé: «Mi cólera y mi furor se van a desencadenar sobre este lugar, sobre los hombres y los animales, sobre los árboles del campo y los frutos de la tierra, y arderá sin apagarse.» (Jeremías 7, 20)

  • Los cadáveres humanos yacen como guano por el campo, como gavillas tras el segador, sin que haya nadie que los recoja.» (Jeremías 9, 21)

  • Muchos pastores han saqueado mi viña, han pisoteado mi propiedad y han convertido mi campo, que tanto quería, en un potrero sin pasto. Lo han dejado hecho una lástima, sin nada de vegetación. (Jeremías 12, 10)

  • Hasta los animales del campo abandonan sus crías porque no hallan pasto. (Jeremías 14, 5)

  • Si salgo al campo, veo personas atravesadas por la espada; si me vuelvo a la ciudad, encuentro a la gente torturada por el hambre. Y por más que se muevan los profetas y los sacerdotes, no encuentran la razón de esto. (Jeremías 14, 18)

  • «Miqueas de Morasti, que profetizaba en tiempos de Ezequías, rey de Judá, dijo también públicamente: «Sión llegará a ser un campo arado, Jerusalén se convertirá en un montón de ruinas, el cerro de la Casa de Yavé no será más que una colina abandonada.» (Jeremías 26, 18)

  • Ahora bien, acabo de entregar todos estos países a mi mayordomo Nabucodonosor, rey de Babilonia, y le he entregado hasta las bestias del campo para que le sirvan. (Jeremías 27, 6)

  • Porque así habla Yavé: «Yo pongo un yugo de hierro al cuello de todas estas naciones para someterlas a Nabucodonosor, rey de Babilonia, para que lo sirvan; a todos los he entregado a Nabucodonosor, hasta los animales del campo.» (Jeremías 28, 14)

  • «Hanamel, hijo de tu tío Selum, va a venir a verte para decirte: Cómprate mi campo, que tengo en Anatot, porque a ti te toca comprarlo por derecho de rescate.» (Jeremías 32, 7)


“A mulher forte é a que tem temor de Deus, a que mesmo à custa de sacrifício faz a vontade de Deus.” São Padre Pio de Pietrelcina