Fondare 1274 Risultati per: batalla contra los filisteos

  • volveré mi mano contra los animales de tus campos, de manera que habrá una mortandad tremenda de los caballos, de los burros, de los camellos, de las vacas y ovejas. (Exodo 9, 3)

  • Yo podría haber vuelto mi mano contra ti y tu pueblo, y habrían perdido la vida con semejante peste. (Exodo 9, 15)

  • Así podrás contar a tus hijos y a tus nietos cuántas veces he destrozado a los egipcios y cuántos prodigios he obrado contra ellos; así conocerán ustedes que yo soy Yavé.» (Exodo 10, 2)

  • Inmediatamente Faraón llamó a Moisés y a Aarón. Les dijo: «He pecado contra Yavé, el Dios de ustedes, y contra ustedes. (Exodo 10, 16)

  • Cuando Faraón despidió al pueblo, Dios no lo llevó por el camino del país de los filisteos, que era más corto. Pues Dios pensaba: «Si hay que combatir, tal vez el pueblo se asuste y vuelva a Egipto». (Exodo 13, 17)

  • Atascó las ruedas de sus carros, que no podían avanzar sino con gran dificultad. Entonces los egipcios dijeron: «Huyamos de Israel, porque Yavé pelea con ellos contra nosotros.» (Exodo 14, 25)

  • Aquel día, Yavé liberó a Israel del poder de los egipcios; e Israel vio a los egipcios muertos en la orilla del mar. Israel vio los prodigios que Yavé había obrado contra Egipto, y el pueblo temió a Yavé. Creyó en Yavé y en Moisés, su siervo. (Exodo 14, 30)

  • Lo oyeron los pueblos y se turbaron, se asustaron los filisteos; (Exodo 15, 14)

  • El pueblo murmuró contra Moisés, diciendo: «¿Qué beberemos?» (Exodo 15, 24)

  • Toda la comunidad de los israelitas empezó a murmurar contra Moisés y Aarón en el desierto. (Exodo 16, 2)

  • y por la mañana sus ojos verán la Gloria de Yavé. Yavé ha escuchado cuando ustedes murmuraron contra él. Pues sus quejas no se dirigían a nosotros, ¿qué somos nosotros? (Exodo 16, 7)

  • Allí el pueblo, atormentado por la sed, murmuró contra Moisés: «¿Por qué nos has hecho salir de Egipto? ¿Para que ahora muramos de sed con nuestros hijos y nuestros animales?» (Exodo 17, 3)


“Diante de Deus ajoelhe-se sempre.” São Padre Pio de Pietrelcina