Fondare 138 Risultati per: alguno
Si alguno de tus hombres está dispuesto a alistarse en nuestro ejército, puede hacerlo, y que reine entre nosotros la paz.» (1 Macabeos 13, 40)
Por esto, Menelao, a solas con Andrónico, lo incitaba a que acabara con Onías. Andrónico fue donde Onías y se ganó con engaño su confianza, estrechando su mano y dándole la mano con juramento; persuadió a Onías, aunque a éste no le faltaban sospechas, a salir de su refugio, e inmediatamente le dio muerte, sin respeto alguno de la justicia. (2 Macabeos 4, 34)
Los judíos podrán en adelante vivir según sus costumbres en cuanto a las comidas y gobernarse por propias leyes como antes. Ninguno de ellos será molestado en modo alguno por su conducta anterior. (2 Macabeos 11, 31)
Nicanor pasó un tiempo en Jerusalén sin hacer mal alguno y disolvió a las tropas que en masa se le habían unido. (2 Macabeos 14, 23)
Así también nosotros, apenas nacimos desaparecimos; nos hemos agotado en nuestras malas obras y no tenemos mérito alguno que podamos mostrar". (Sabiduría 5, 13)
Les voy a decir lo que es la sabiduría y cuál es su origen, no les ocultaré secreto alguno. Quiero seguirla desde sus comienzos y exponerles claramente, sin apartarme de la verdad, todo lo que de ella se puede saber. (Sabiduría 6, 22)
No hay tampoco rey o soberano alguno que puede oponérsete cuando decides castigar. (Sabiduría 12, 14)
El que confía en la Ley pone atención en los mandamientos; el que obedece al Señor no sufrirá daño alguno. (Sirácides (Eclesiástico) 32, 24)
Todo consejero hace valer su consejo, pero más de alguno aconseja sólo por interés. (Sirácides (Eclesiástico) 37, 7)
Nunca se escuchó, ningún oído oyó, ni ojo alguno ha visto que un Dios, fuera de ti, hiciera tanto en favor de quienes confían en él. (Isaías 64, 3)
No salgan cargados ese día, ni hagan trabajo alguno, sino que santifiquen el día sábado como se lo mandé a sus padres. (Jeremías 17, 22)
Pero si ustedes me hacen caso -palabra de Yavé-, y santifican el día sábado, sin realizar en él trabajo alguno, y no entran cargados por las puertas de Jerusalén, entonces habrá reyes que se sientan en el trono de David. (Jeremías 17, 24)