Fondare 71 Risultati per: Viva

  • y que mi corazón viva para ti, y mi espíritu, Señor, porque me habrás sanado, haciéndome revivir! (Isaías 38, 16)

  • «Voy a hacer de Jerusalén un montón de piedras, una guarida de chacales, y de las ciudades de Judá, un desierto donde nadie viva.» (Jeremías 9, 10)

  • Sin embargo, se acerca el tiempo -dice Yavé, en que no dirán: «Viva Yavé porque sacó a los hijos de Israel del país de Egipto», (Jeremías 16, 14)

  • sino «Viva Yavé que trajo a los hijos de Israel del país del norte y de todos los países adonde los había echado». ¡Yo los devolveré a la tierra que había dado a sus padres!) (Jeremías 16, 15)

  • esperanza de Israel, Yavé, los que te traicionan serán confundidos. Los que se rebelan serán borrados del país, porque abandonaron el manantial de agua viva. (Jeremías 17, 13)

  • Llegará también el tiempo, dice Yavé, en que ya no se dirá más: «Viva Yavé, que ha sacado a los hijos de Israel de la tierra de Egipto», (Jeremías 23, 7)

  • sino: «Viva Yavé, que sacó y trajo a la raza de Israel del país del norte y de todos los países donde los había desparramado, para que habiten de nuevo en su propia tierra.» (Jeremías 23, 8)

  • Me saqué el manto de paz y me vestí del saco de penitencia; quiero clamar hacia el Eterno mientras viva. (Baruc 4, 20)

  • ¿Creen ustedes que me gusta la muerte del malvado? dice Yavé. Lo que me agrada es que renuncie a su mal comportamiento y así viva. (Ezequiel 18, 23)

  • Les responderás: "Tan cierto como que soy vivo -palabra de Yavé- que no deseo la muerte del malvado sino que renuncie a su mala conducta y viva. Dejen, dejen el camino que han tomado: ¿para qué morir, casa de Israel?" (Ezequiel 33, 11)

  • Por eso, hijo de hombre, profetiza y dile a Gog de mi parte: Cuando mi pueblo de Israel viva seguro, entonces será cuando caigas sobre él. (Ezequiel 38, 14)

  • El extranjero tendrá su propiedad en la tribu donde viva, palabra de Yavé. (Ezequiel 47, 23)


“Não se desencoraje se você precisa trabalhar muito para colher pouco. Se você pensasse em quanto uma só alma custou a Jesus, você nunca reclamaria!” São Padre Pio de Pietrelcina