Fondare 16 Risultati per: Sabá

  • Hijos de Cus: Sebá, Hevila, Sabata, Regmá y Sabteca. Hijos de Raamá: Sabá y Dadán. (Génesis 10, 7)

  • Obal, Abimael, Saba, (Génesis 10, 28)

  • Jecsán fue padre de Saba y Dedán. Los hijos de Dedán fueron los asuritas, los latusíes y los leumíes. (Génesis 25, 3)

  • Los amonitas hicieron una salida y se for maron en orden de batalla a la entrada de la puerta, mientras que los arameos de Sabá y de Rejob y los hombres de Tob y Maaká estaban aparte en el campo. (2 Samuel 10, 8)

  • La reina de Saba había tenido noticias de la fama de Salomón y vino a preguntarle sobre cuestiones muy difíciles. (1 Reyes 10, 1)

  • La reina de Saba presenció la vida fastuosa de Salomón; vio la casa que se había edificado, (1 Reyes 10, 4)

  • Luego ofreció al rey ciento veinte talentos de oro, perfumes y joyas en gran cantidad. Nunca había llegado tanta cantidad de perfumes como los que regaló la reina de Saba a Salomón. (1 Reyes 10, 10)

  • Salomón dio a la reina de Saba todo cuanto ella quiso; además le hizo regalos como sólo él podía hacerlos. Después, ella se marchó y volvió a su país con toda su gente. (1 Reyes 10, 13)

  • La reina de Saba había oído la fama de Salomón, y vino a Jerusalén a probarlo por enigmas. Vino con muchos servidores y con camellos que traían aromas, gran cantidad de oro y piedras preciosas. Fue donde Salomón y conversó con él sobre todas sus inquietudes. (2 Crónicas 9, 1)

  • Cuando la reina de Saba vio la sabiduría de Salomón y la Casa que había edificado, (2 Crónicas 9, 3)

  • Dio al rey ciento veinte talentos de oro, gran cantidad de aromas y piedras preciosas. Nunca se vieron aromas como los que la reina de Saba dio al rey Salomón. (2 Crónicas 9, 9)

  • El rey Salomón retribuyó a la reina de Saba lo que ella le había traído. Además le dio todo cuanto ella quiso pedir. Después se volvió ella y regresó a su país con sus servidores. (2 Crónicas 9, 12)


“Se precisamos ter paciência para suportar os defeitos dos outros, quanto mais ainda precisamos para tolerar nossos próprios defeitos!” São Padre Pio de Pietrelcina