Fondare 1043 Risultati per: Reyes de Judá

  • «¿Qué he de hacer contigo, Efraím? ¿Cómo he de tratarte, Judá? El cariño que me tienen es como una nube matinal, como el rocío que sólo dura algunas horas. (Oseas 6, 4)

  • (A ti, Judá, te espera una buena cosecha cuando traiga de vuelta a los desterrados de mi pueblo y sane a Israel). (Oseas 6, 11)

  • Todos se enardecen como un horno y devoran a sus gobernantes. Así han perecido todos sus reyes sin que ninguno de ellos me pidiera auxilios. (Oseas 7, 7)

  • Se han elegido reyes sin que esto viniera de mí; se han dado jefes que yo no conocía. Con su oro y su plata se han fabricado ídolos, y yo se los quitaré. (Oseas 8, 4)

  • Sin embargo, por más que se hayan hecho amigos en las naciones, pronto los voy a dispersar y dentro de poco no podrán ungir más reyes ni príncipes. (Oseas 8, 10)

  • Israel se ha olvidado de su creador y construye palacios; Judá, por su parte, multiplica las ciudades fortificadas; pero yo prenderé fuego a sus ciudades e incendiaré sus castillos. (Oseas 8, 14)

  • En aquellos días traeré de vuelta a los cautivos de Judá y de Jerusalén. (Joel 4, 1)

  • y vendieron los hijos de Judá y los hijos de Israel a los griegos, alejándolos de su tierra, (Joel 4, 6)

  • Venderé a los hijos e hijas de ustedes por medio de los hijos de Judá, que los venderán a los sabeos, nación lejana. Yavé lo ha dicho. (Joel 4, 8)

  • En aquellos días los montes destilarán vino, y de las colinas manará leche; en todos los torrentes de Judá correrá el agua y una fuente saldrá de la Casa de Yavé para regar el valle de las acacias. (Joel 4, 18)

  • Egipto quedará todo en ruinas y Edom en un desierto desolado, por la violencia que cometieron contra los hijos de Judá, porque derramaron sangre inocente en su tierra. (Joel 4, 19)

  • Pero Judá será habitado para siempre, y Jerusalén, de generación en generación. No me quedaré indiferente sino que vengaré la sangre, pues sepan queYavé habita en Sión.» (Joel 4, 20)


“Quando a videira se separa da estaca que a sustenta, cai, e ao ficar na terra apodrece com todos os cachos que possui. Alerta, portanto, o demônio não dorme!” São Padre Pio de Pietrelcina