Fondare 64 Risultati per: Prodigios

  • En vida hizo prodigios, y después de muerto, todavía obró milagros. (Sirácides (Eclesiástico) 48, 14)

  • al verte realizar prodigios inesperados. (Isaías 64, 2)

  • grande en tus proyectos y poderoso en tus realizaciones; tú tienes los ojos fijos en la conducta de los humanos para pagar a cada uno según su conducta y según el fruto de sus obras! 20 Tú que realizaste maravillas y prodigios, primero en Egipto y luego en Israel y en la humanidad entera hasta hoy, te has hecho famoso con todo eso, como se puede ver actualmente. (Jeremías 32, 19)

  • Tú sacaste a tu pueblo Israel de Egipto, en medio de milagros y prodigios, actuando con mano firme y dando grandes golpes, provocando un gran terror. (Jeremías 32, 21)

  • ¡Qué grandes son sus prodigios, qué poderosos sus milagros! Su reino es un reino eterno, su imperio abarca a todas las generaciones. (Daniel 3, 100)

  • Haz que presenciemos tus prodigios como en los días de la salida de Egipto. (Miqueas 7, 15)

  • Porque se presentarán falsos mesías y falsos profetas, que harán cosas maravillosas y prodigios capaces de engañar, si fuera posible, aun a los elegidos de Dios. (Evangelio según San Mateo 24, 24)

  • Aparecerán falsos mesías y falsos profetas, que harán señales y prodigios capaces de engañar incluso a los elegidos, si esto fuera posible. (Evangelio según San Marcos 13, 22)

  • Jesús le dio esta respuesta: «Si ustedes no ven señales y prodigios, no creen.» (Evangelio según San Juan 4, 48)

  • Haré prodigios arriba en el cielo y señales milagrosas abajo en la tierra. (Hecho de los Apóstoles 2, 19)

  • Israelitas, escuchen mis palabras: Dios acreditó entre ustedes a Jesús de Nazaret. Hizo que realizara entre ustedes milagros, prodigios y señales que ya conocen. (Hecho de los Apóstoles 2, 22)

  • Toda la gente sentía un santo temor, ya que los prodigios y señales milagrosas se multiplicaban por medio de los apóstoles. (Hecho de los Apóstoles 2, 43)


“Mantenha-se sempre muito unido à Igreja Católica, pois somente ela pode lhe dar a verdadeira paz, porque somente ela possui Jesus Sacramentado que é o verdadeiro príncipe da paz.” São Padre Pio de Pietrelcina