Fondare 106 Risultati per: Prójimo

  • No atestigües en falso contra tu prójimo. (Exodo 20, 16)

  • No codicies la casa de tu prójimo. No codicies su mujer, ni sus servidores, su buey o su burro. No codicies nada de lo que le pertenece.» (Exodo 20, 17)

  • Pero si alguien ataca a su prójimo y lo mata por traición, hasta de mi altar lo arrancarás para matarlo. (Exodo 21, 14)

  • Si no es hallado el ladrón, el dueño de la casa será presentado ante los jueces y jurará no haber echado mano de las cosas de su prójimo ni haber tenido parte en el robo. (Exodo 22, 7)

  • Cualquier pleito en que se sospeche que uno de los dos estafó al otro, ya se haya perdido buey, burro, cordero o manta, será llevado ante Dios, y al que Dios declare culpable restituirá el doble a su prójimo. (Exodo 22, 8)

  • Si alguien pasa a su prójimo, para que se lo guarde, un burro, buey u oveja, o cualquier otro animal, y éste muere, sufre algún daño o es robado sin que nadie lo vea, (Exodo 22, 9)

  • el asunto se decidirá por un juramento. El que lo guardaba jurará que no tomó nada de lo de su prójimo. El dueño se dará por satisfecho y el otro no tendrá que devolver. (Exodo 22, 10)

  • Si tomas en prenda el manto de tu prójimo, se lo devolverás al ponerse el sol, (Exodo 22, 25)

  • pues este manto cubre el cuerpo de tu prójimo y protege su piel; si no, ¿cómo podrá dormir? Si no se lo devuelves, él clamará a mí, y yo lo escucharé porque soy compasivo. (Exodo 22, 26)

  • Yavé hablaba con Moisés, cara a cara, como habla un hombre con su prójimo. Después Moisés volvía al campamento, pero su ayudante, el joven Josué, hijo de Nun, no se alejaba de la Tienda. (Exodo 33, 11)

  • «Aquí viene el caso del que cometió un pecado de infidelidad a Yavé en la forma siguiente: Defraudó a su prójimo respeto a algún depósito que éste le había confiado, o le quitó una cosa por la fuerza, o lo explotó, (Levítico 5, 21)

  • No te acostarás con la mujer de tu prójimo, pues es una maldad. (Levítico 18, 20)


“Todas as graças que pedimos no nome de Jesus são concedidas pelo Pai eterno.” São Padre Pio de Pietrelcina