Fondare 583 Risultati per: Nun

  • Esta Buena Nuevaanunciada de antemano por sus profetas en las Santas Escrituras (Carta a los Romanos 1, 2)

  • También Isaías anunció: Si el Señor de los Ejércitos no nos hubiera dejado alguna descendencia, seríamos como Sodoma, parecidos a Gomorra. (Carta a los Romanos 9, 29)

  • Me guié por la Escritura: Lo verán aquellos a quienes no había sido anunciado, y lo conocerán los que nada habían oído. (Carta a los Romanos 15, 21)

  • ¡Gloria sea dada al que tiene poder para afirmarlos en el Evangelio que anuncio y en la proclamación de Cristo Jesús! Pues se está descubriendo el plan misterioso mantenido oculto desde tantos siglos, (Carta a los Romanos 16, 25)

  • ni los ladrones, ni los que no tienen nunca bastante, ni los borrachos, ni los chismosos, ni los que se aprovechan de los demás heredarán el Reino de Dios. (1º Carta a los Corintios 6, 10)

  • Por lo tanto, si algún alimento ha de llevar al pecado a mi hermano, mejor no como nunca más carne para no hacer caer a mi hermano. (1º Carta a los Corintios 8, 13)

  • El Señor ha ordenado, de igual manera, que los que anuncian el Evangelio vivan del Evangelio. (1º Carta a los Corintios 9, 14)

  • Pues ¿cómo podría alardear de que anuncio el Evangelio? Estoy obligado a hacerlo, y ¡pobre de mí si no proclamo el Evangelio! (1º Carta a los Corintios 9, 16)

  • El amor nunca pasará. Las profecías perderán su razón de ser, callarán las lenguas y ya no servirá el saber más elevado. (1º Carta a los Corintios 13, 8)

  • Quiero recordarles, hermanos, la Buena Nueva que les anuncié. Ustedes la recibieron y perseveran en ella, (1º Carta a los Corintios 15, 1)

  • y por ella se salvarán si la guardan tal como yo se la anuncié, a no ser que hayan creído cosas que no son. (1º Carta a los Corintios 15, 2)

  • Entiéndanme bien, hermanos: lo que es carne y sangre no puede entrar en el Reino de Dios. En la vida que nunca terminará no hay lugar para las fuerzas de descomposición. (1º Carta a los Corintios 15, 50)


“Cada Missa lhe obtém um grau mais alto de gloria no Céu!” São Padre Pio de Pietrelcina