Fondare 155 Risultati per: Norte

  • Yavé me dijo: «Del norte se viene derramando el desastre, y alcanzará a todos los habitantes de este país. (Jeremías 1, 14)

  • Pues estoy llamando a todos los reinos del norte -palabra de Yavé-. Aquí vienen y cada uno de ellos establece sus cuarteles frente a una de las entradas de Jerusalén, frente a sus murallas y frente a las ciudades de Judá. (Jeremías 1, 15)

  • Sal a gritar estas palabras, al norte: «Vuelve, Israel infiel, dice Yavé. No me enojaré con ustedes, porque soy bueno, ni les guardaré rencor. (Jeremías 3, 12)

  • Por ese mismo tiempo los hijos de Judá y los de Israel harán el camino juntos desde las tierras del norte a la tierra que di en herencia a sus padres. (Jeremías 3, 18)

  • Icen banderas como señales hacia el lado de Sión ¡Huyan, no se paren!» Pues yo traigo del norte la desgracia y una catástrofe inmensa. (Jeremías 4, 6)

  • Salgan de Jerusalén, a refugiarse, hijos de Benjamín. Que resuene la trompeta en Tecoa; coloquen una señal en Betqueren, pues por el Norte se asoma una desgracia como una inmensa catástrofe. (Jeremías 6, 1)

  • Así habla Yavé: «Un pueblo viene del norte, una gran nación se ha puesto en marcha desde lo más lejano de la tierra. (Jeremías 6, 22)

  • y los arrojaré lejos de mi presencia, como arrojé a sus hermanos del norte, a toda la gente de Efraín. (Jeremías 7, 15)

  • Oigan esta noticia. ¡Atiendan! El ruido de una gran muchedumbre se acerca desde el norte, vienen a reducir las ciudades de Judá en un desierto, guarida de chacales. (Jeremías 10, 22)

  • Levanta tus ojos, Jerusalén, y mira a los que vienen del norte. ¿Dónde está el rebaño que estaba a tu cargo, las ovejas que eran tu orgullo? (Jeremías 13, 20)

  • ¿Serás capaz de romper el hierro, el hierro que viene del Norte, y el bronce? (Jeremías 15, 12)

  • sino «Viva Yavé que trajo a los hijos de Israel del país del norte y de todos los países adonde los había echado». ¡Yo los devolveré a la tierra que había dado a sus padres!) (Jeremías 16, 15)


“O trabalho é tão sagrado como a oração”. São Padre Pio de Pietrelcina