Fondare 230 Risultati per: Gob

  • El Dios de Israel ha hablado, la Roca de Israel me ha dicho: «El justo que gobierne a los hombres y los gobierne en el temor a Dios (2 Samuel 23, 3)

  • Dame, pues, a mí, tu servidor, un espíritu atento, para gobernar bien a tu pueblo y para decidir entre lo bueno y lo malo, porque si no, ¿cómo podría gobernar este pueblo tan grande?» (1 Reyes 3, 9)

  • Y le dijo: «No has pedido para ti una larga vida, ni has pedido riquezas, ni la muerte para tus enemigos, sino que has pedido inteligencia para gobernar con rectitud. (1 Reyes 3, 11)

  • y las personas que desempeñaron los más altos cargos de su gobierno fueron: Azarías, hijo de Sadoc, sacerdote; (1 Reyes 4, 2)

  • Azarías, hijo de Natán, superintendente, jefe de los gobernadores; Zabud, hijo del sacerdote Natán, consejero del rey; (1 Reyes 4, 5)

  • Ben Gober, en Ramot de Galaad; tenía los campamentos de Jaír, hijo de Manasés, que están en Galaad; tenía la región de Argob en el Basán, sesenta ciudades fortificadas, amuralladas con cerrojos de bronce. (1 Reyes 4, 13)

  • Guebar, hijo de Urí, en la tierra de Galaad, el país de Sijón, rey de los amorreos, y de Og, rey de Basán. Un gobernador estaba a cargo de la provincia de Judá. (1 Reyes 4, 19)

  • Cuando Hiram oyó las palabras de Salomón, se alegró mucho y dijo: «Bendito sea hoy Yavé, pues ha dado a David un hijo sabio para gobernar este numeroso pueblo.» (1 Reyes 5, 7)

  • sin contar las tasas y contribuciones de los mercaderes, de los comerciantes y de todos los reyes extranjeros de Arabia y de los gobernadores de todo el país. (1 Reyes 10, 15)

  • Su servidor Zimri, jefe de la mitad de los carros de guerra, conspiró contra él. Y aprovechando que se puso a tomar hasta emborracharse en casa de Arsá, gobernador de Tirsa, (1 Reyes 16, 9)

  • Entonces el rey de Israel ordenó: «Tomen preso a Miqueas y llévenselo a Amón, gobernador de la ciudad, y a Joás, hijo del rey, (1 Reyes 22, 26)

  • No había entonces rey en Edom sino que lo administraba un gobernador. (1 Reyes 22, 48)


“Onde não há obediência, não há virtude. Onde não há virtude, não há bem, não há amor; e onde não há amor, não há Deus; e sem Deus não se chega ao Paraíso. Tudo isso é como uma escada: se faltar um degrau, caímos”. São Padre Pio de Pietrelcina