Fondare 136 Risultati per: Cuarenta

  • Había todavía cosas buenas en Judá. Se afianzó, pues, el poder del rey Roboam en Jerusalén. Roboam tenía cuarenta y un años cuando comenzó a reinar y reinó diecisiete años en Jerusalén, la ciudad que había elegido Yavé de entre todas las tribus de Israel para poner en ella su nombre. La madre de Roboam era amonita y se llamaba Noama. (2 Crónicas 12, 13)

  • Murió Asá el año cuarenta y uno de su reinado (2 Crónicas 16, 13)

  • Joás tenía siete años cuando empezó a reinar y reinó cuarenta años en Jerusalén. Su madre se llamaba Sibia y era de Bersebá. (2 Crónicas 24, 1)

  • Sin embargo, los gobernadores anteriores cobraban al pueblo cuarenta monedas de plata por día. Este sueldo era una carga para el pueblo, además de los abusos que cometían sus servidores. (Nehemías 5, 15)

  • Cuarenta años los cuidaste en el desierto y nada les faltó; ni sus ropas se gastaron ni se hincharon sus pies. (Nehemías 9, 21)

  • No habían pasado cuarenta días, cuando el rey fue muerto por sus dos hijos, que huyeron a las montañas de Ararat. (Tobías 1, 21)

  • Job vivió todavía ciento cuarenta años después de sus pruebas, (Job 42, 16)

  • Cuarenta años me disgustó esa gente y yo dije: "Son un pueblo que siempre se escapa, que no han conocido mis caminos". (Salmos 95, 10)

  • El año ciento cuarenta y tres, Antíoco volvió después de haber derrotado a Egipto, y, pasando por Israel, subió a Jerusalén con un poderoso ejército. (1 Macabeos 1, 20)

  • En el año ciento cuarenta y cinco, el día quince del mes de Casleu, Antíoco levantó, sobre el altar del templo, el «abominable ídolo de los invasores». Construyeron también altares a través de todo el país de Judea. (1 Macabeos 1, 54)

  • Murió en el año ciento cuarenta y seis y lo enterraron en el sepulcro de sus padres, en Modín; todo Israel hizo por él grandes lamentos. (1 Macabeos 2, 70)

  • El rey, tomando la otra mitad del ejército, partió de Antioquía, capital del reino, el año ciento cuarenta y siete. Atravesó el río Eufrates y continuó su marcha a través de las provincias superiores. (1 Macabeos 3, 37)


“Jesus vê, conhece e pesa todas as suas ações.” São Padre Pio de Pietrelcina