Fondare 85 Risultati per: Baal

  • Belá, hijo de Azaz, hijo de Sema, hijo de Joel. Estos habitaban en Aroer y hasta Nebo y Baal-Meón. (1 Crónicas 5, 8)

  • Los hijos de la media tribu de Manasés habitaron en el país desde Basán hasta Baal-Hermón, Senir y la montaña de Hermón. (1 Crónicas 5, 23)

  • su hijo primogénito: Abdón, después Sur, Quis, Baal, Ner, Nadab, (1 Crónicas 8, 30)

  • y su hijo primogénito Abdán. Después, Sur, Quis, Baal, Ner, Nadab, (1 Crónicas 9, 36)

  • Después fue todo el pueblo a la casa de Baal y la destruyeron, rompiendo sus altares y sus imágenes, y mataron a Matán, sacerdote de Baal, ante los altares. (2 Crónicas 23, 17)

  • Dios lo asistió contra los filisteos, contra los árabes que vivían en Gur-Baal y contra los maonitas. (2 Crónicas 26, 7)

  • Se sometieron a Baal-Peor, comieron de los sacrificios a los muertos; (Salmos 106, 28)

  • Salomón tenía una viña en Baal-Amón, la confió a unos cuidadores, y cada uno le traía mil siclos de plata por sus frutos. (Cantar 8, 11)

  • Los sacerdotes ya no se preguntan: ¿Dónde está Yavé? ¡Los dueños de mi enseñanza no me conocen! Los pastores de mi pueblo se rebelaron contra mí, y los profetas consultaron a dioses inútiles, dando respuestas en nombre de Baal. (Jeremías 2, 8)

  • ¡Porque tan numerosos como tus ciudades son tus dioses, Judá! E igual al número de las calles de Jerusalén es la cantidad de altares que ustedes han levantado para ofrecer incienso a Baal. (Jeremías 11, 13)

  • Y Yavé de los cielos, que te había plantado, te ha condenado a la desgracia, a causa del mal que se hizo a sí misma la gente de Israel y la de Judá por haber quemado incienso a Baal, haciendo que me enojara por esto. (Jeremías 11, 17)

  • Y si aprenden con cuidado los preceptos de mi pueblo, de tal modo que lleguen a jurar en nombre mío: «Por vida de Yavé», así como enseñaron a mi pueblo a jurar por Baal, entonces serán establecidos en medio de mi pueblo. (Jeremías 12, 16)


“A divina bondade não só não rejeita as almas arrependidas, como também vai em busca das almas teimosas”. São Padre Pio de Pietrelcina