Fondare 296 Risultati per: árbol bueno
Entonces fue cuando me desperté, y vi que mi sueño había sido muy bueno. (Jeremías 31, 26)
gritos de gozo y de alegría, canción del novio y de la novia, voz de los que traigan sacrificios de alabanza a la Casa de Yavé. Y dirán éstos: «Alaben a Yavé porque es bueno, porque es eterno su amor.» Pues haré volver a los que fueron desterrados, y estarán como antes. (Jeremías 33, 11)
Sea como sea, bueno o malo, seguiremos la voz de Yavé, nuestro Dios, con el cual te mandamos a conversar. Así seremos felices por haber obedecido lo que nos mandaba Yavé, nuestro Dios.» (Jeremías 42, 6)
Bueno es Yavé para los que esperan en él, para el alma que lo busca. (Lamentaciones 3, 25)
Bueno es esperar en silencio la salvación de Yavé. (Lamentaciones 3, 26)
Bueno es para el hombre soportar el yugo desde su juventud. (Lamentaciones 3, 27)
Hasta los bosques y todo árbol oloroso les darán sombra por orden de Dios. (Baruc 5, 8)
Sabrán que soy Yavé cuando los muertos se amontonen al lado de los ídolos, cerca de sus altares, en todas las colinas elevadas, bajo cualquier árbol verde y bajo cualquier frondosa encina, doquiera hayan ofrecido a sus porquerías el buen olor del incienso. (Ezequiel 6, 13)
Porque desanimaron con mentiras al hombre bueno, siendo que yo no quería que se desanimara. Y le dieron seguridad al malvado, quien no renunció a su mal comportamiento para recuperar la vida. (Ezequiel 13, 22)
Todos los árboles del campo sabrán entonces que yo soy Yavé: yo rebajo al árbol que se eleva y levanto al árbol humillado; seco al árbol verde y hago florecer al árbol seco; yo Yavé lo dije y lo haré. (Ezequiel 17, 24)
Los hice entrar en el país que les había prometido con juramento, pero inmediatamente, en cualquier alta colina, bajo cualquier árbol verde, se pusieron a ofrecer sacrificios, a depositar perfumes de incienso y a hacer libaciones. (Ezequiel 20, 28)
Que no se vea más en adelante a un árbol bien regado que se enorgullezca de su grandeza, o que quiera alcanzar con sus ramas hasta las nubes. Ningún árbol cuyas raíces alcanzan las aguas profundas pondrá su confianza en sí mismo, porque todos están condenados a muerte, todos irán a parar a la morada de los muertos igual que los humanos que descienden a la tumba. (Ezequiel 31, 14)