Fondare 930 Risultati per: �Quién
Yavé es quien da muerte y vida, quien hace bajar al lugar de los muertos y volver a la vida. Yavé da y quita riquezas, humilla y ensalza. (1 Samuel 2, 6)
Si un hombre peca contra otro hombre, Dios será el juez; pero si el hombre peca contra Yavé, ¿quién rogará por él?» Pero ellos no hicieron caso a lo que les decía su padre, ya que Yavé había resuelto quitarles la vida. (1 Samuel 2, 25)
Como Yavé llamara a Samuel por tercera vez y el joven se presentara nuevamente a Helí, éste comprendió que era Yavé quien le llamaba, (1 Samuel 3, 8)
Pobres de nosotros. Nunca nos había sucedido hasta ahora una desgracia semejante. ¿Quién nos librará de las manos de esos poderosos dioses? Estos son los dioses que castigaron a Egipto con toda clase de plagas. Arriba, filisteos; (1 Samuel 4, 8)
Después, déjenla marchar. Y fíjense: si toma el camino de su país, hacia Bet-Semes, sepan que es el Dios de Israel quien nos ha causado esta gran calamidad; si no, sabremos que no ha sido su mano la que nos ha castigado y que todo esto nos ha pasado por casualidad.» (1 Samuel 6, 9)
Dijeron entonces los habitantes de Bet-Semes: «¿Quién podrá quedarse en presencia de Yavé, el Dios Santo?» «¿A dónde podríamos enviar el Arca?» (1 Samuel 6, 20)
Se reunieron en Mizpá, derramaron agua ante Yavé, ayunaron durante ese día y dijeron: «Hemos pecado contra Yavé.» Y fue Samuel quien dirigió esta asamblea de los israelitas en Mizpá. (1 Samuel 7, 6)
Pues no te rechazan a ti, sino que es a mí a quien han rechazado para que no reine sobre ellos. (1 Samuel 8, 7)
No te preocupes por las burras que perdiste hace tres días, porque ya las hallaron.» Samuel agregó: «¿Para quién serán los primeros puestos en Israel? ¿No serán para ti y la familia de tu padre?» (1 Samuel 9, 20)
Entonces Samuel tomó la alcuza de aceite y lo derramó sobre la cabeza de Saúl y después lo besó diciendo: «Yavé es quien te ha ungido como jefe de Israel. Tú dirigirás al pueblo de Yavé y lo librarás de los enemigos que lo rodean. Y ésta será para ti la señal de que el mismo Yavé te ha ungido. (1 Samuel 10, 1)
A lo cual respondieron algunos: «¿Y quién es su padre?» Y así pasó a ser un proverbio: «¿Conque Saúl es uno de los profetas?» (1 Samuel 10, 12)
Ahora, mientras ustedes me tienen aquí, digan en presencia de Yavé y de su rey: ¿A quién le he llevado su buey o su burro? ¿A quién he engañado o maltratado? ¿Quién me ha sobornado con dinero? Que lo digan y lo devolveré.» (1 Samuel 12, 3)