22. Lo sucedió su hijo Asarjadón, quien encargó a Ajikar, hijo de mi hermano Anael, la contabilidad y administración general del reino. Ajikar intercedió por mí, y pude regresar a Nínive. Mi sobrino Ajikar era jefe de los coperos, custodio del sello, administrador y contador por decreto de Asarjadón.





“Para consolar uma alma na sua dor, mostre-lhe todo o bem que ela ainda pode fazer.” São Padre Pio de Pietrelcina