Sirácides (Eclesiástico), 47
11. El Señor le perdonó sus pecados y quiso que su poder perdurara por los siglos: se comprometió con él en lo que respecta a los reyes futuros, y le prometió que haría gloriosa su dinastía en Israel.
11. El Señor le perdonó sus pecados y quiso que su poder perdurara por los siglos: se comprometió con él en lo que respecta a los reyes futuros, y le prometió que haría gloriosa su dinastía en Israel.
“O mais belo Credo é o que se pronuncia no escuro, no sacrifício, com esforço”. São Padre Pio de Pietrelcina