Sirácides (Eclesiástico), 35
4. Pero no debes presentarte ante el Señor con las manos vacías: todos esos sacrificios te han sido prescritos.
4. Pero no debes presentarte ante el Señor con las manos vacías: todos esos sacrificios te han sido prescritos.
“No tumulto das paixões terrenas e das adversidades, surge a grande esperança da misericórdia inexorável de Deus. Corramos confiantes ao tribunal da penitência onde Ele, com ansiedade paterna, espera-nos a todo instante.” São Padre Pio de Pietrelcina