Sirácides (Eclesiástico), 14
8. El hombre que siempre está ambicionando es un malo; no le interesan las personas, desprecia a los demás.
8. El hombre que siempre está ambicionando es un malo; no le interesan las personas, desprecia a los demás.
“O meu passado, Senhor, à Tua misericórdia. O meu Presente, ao Teu amor. O meu futuro, à Tua Providência.” São Padre Pio de Pietrelcina