Sabiduría, 16
27. Ese alimento que el fuego no podía destruir se derretía con el calor del primer rayo de sol,
27. Ese alimento que el fuego no podía destruir se derretía con el calor del primer rayo de sol,
“Não se desencoraje, pois, se na alma existe o contínuo esforço de melhorar, no final o Senhor a premia fazendo nela florir, de repente, todas as virtudes como num jardim florido.” São Padre Pio de Pietrelcina