16. En esto llegó un anciano que volvía de sus trabajos del campo. Era un hombre de los cerros de Efraím, que residía como forastero en Guibea, pues la gente del lugar era de la tribu de Benjamín.





“Devemos odiar os nossos pecados, visto que o amor ao Senhor significa paz”. São Padre Pio de Pietrelcina