Cattolica Bibbia
 

Judit, 11

16. Cuando supe todo esto, huí de ellos, y Dios me envió para realizar contigo hazañas tales que, cuando la tierra lo sepa, todos queden desconcertados.

Versi relativi a Judit, 11:

Judite 11 cuenta la historia de cuando Judite se presenta ante Holofernes, el comandante del ejército asirio, y lo persuade para que le permita ir por la noche para buscar víveres para su gente. Mientras ella está fuera, Holofernes comienza a caer en el sueño profundo, y Judite aprovecha la oportunidad para decapitar. Los temas principales del capítulo son la astucia, el coraje y la justicia divina.

Proverbios 21:30: "No hay sabiduría, ni inteligencia, ni consejos que puedan oponerse al Señor". Este versículo destaca la superioridad de la sabiduría divina sobre la sabiduría humana, que se ilustra en la astucia y la estrategia de Judite para derrotar a Holofernes.

Proverbios 2:6: "Porque el Señor da sabiduría, y el conocimiento proviene de su boca y comprensión". Este versículo muestra que la sabiduría y la inteligencia de Judith eran un regalo divino, lo que le permitió actuar con astucia y determinación.

Proverbios 11:3: "La integridad de los justos los guía, pero la perversidad de los infieles los destruye". La integridad de Judith es un tema central en Judite 11, ya que actúa de manera justa y valiente, siguiendo sus propios principios éticos y religiosos en lugar de manipulados por las expectativas de los demás.

Salmo 34:19: "Hay muchas aflicciones de los justos, pero el Señor lo entrega de todo". Este versículo muestra cómo el coraje y la justicia de Judite son recompensados ​​por Dios, lo que la protege de sus enemigos y la ayuda a cumplir su misión.

Proverbios 29:23: "El orgullo del hombre lo mata, pero el humilde del espíritu obtendrá honor". Judite es un personaje humilde y valiente que no se jacta de su astucia o habilidad, pero reconoce que es un instrumento en manos de Dios. Este versículo destaca la importancia de la humildad y la modestia en contraste con la arrogancia y el orgullo.





“Pobres e desafortunadas as almas que se envolvem no turbilhão de preocupações deste mundo. Quanto mais amam o mundo, mais suas paixões crescem, mais queimam de desejos, mais se tornam incapazes de atingir seus objetivos. E vêm, então, as inquietações, as impaciências e terríveis sofrimentos profundos, pois seus corações não palpitam com a caridade e o amor. Rezemos por essas almas desafortunadas e miseráveis, para que Jesus, em Sua infinita misericórdia, possa perdoá-las e conduzi-las a Ele.” São Padre Pio de Pietrelcina