19. ¿Quién está ciego sino mi servidor, y quién es más sordo que el mensajero que yo mando? ¿Quién es ciego como el que trato de levantar, y quién es sordo como el servidor de Yavé?





“Pense na felicidade que está reservada para nós no Paraíso”. São Padre Pio de Pietrelcina