Isaías, 28
1. ¡Ay de esa ciudad, pretenciosa corona de los borrachos de Efraím, esplendido adorno de flores marchitas en lo alto del valle fértil! ¡Todos quedan tendidos por el vino!
1. ¡Ay de esa ciudad, pretenciosa corona de los borrachos de Efraím, esplendido adorno de flores marchitas en lo alto del valle fértil! ¡Todos quedan tendidos por el vino!
“Diga ao Senhor: Faça em mim segundo a Tua vontade, mas antes de mandar-me o sofrimento, dê-me forças para que eu possa sofrer com amor.”. São Padre Pio de Pietrelcina