16. Señor, según tu bondad, aparta tu cólera y tu enojo de Jerusalén, tu ciudad, tu santo monte; porque, a causa de nuestros pecados y de las maldades de nuestros padres, Jerusalén y tu pueblo son la burla de todos los que nos rodean





“A natureza humana também quer a sua parte. Até Maria, Mãe de Jesus, que sabia que por meio de Sua morte a humanidade seria redimida, chorou e sofreu – e como sofreu!” São Padre Pio de Pietrelcina