22. Así dijo Judas en su invocación: «Oh Señor, ya enviaste tu ángel en los días de Ezequías, rey de Judá, e hizo perecer a ciento ochenta y cinco mil hombres del ejército de Senaquerib;





“A divina bondade não só não rejeita as almas arrependidas, como também vai em busca das almas teimosas”. São Padre Pio de Pietrelcina