16. Ahora, pues, Yavé, Dios de Israel, cumple a favor de tu siervo David, mi padre, la promesa que le hiciste cuando dijiste: Nunca será quitado de mi presencia el de los tuyos que te suceda sentado en el trono de Israel, con tal de que tus hijos sigan tu camino y anden en mi Ley, como tú has andado delante de mí.





“Não abandone sua alma à tentação, diz o Espírito Santo, já que a alegria do coração é a vida da alma e uma fonte inexaurível de santidade.” São Padre Pio de Pietrelcina