41. luego te reclinaste en un espléndido diván, ante el cual estaba aderezada una mesa en la que habías puesto mi incienso y mi aceite.





“Quando ofendemos a justiça de Deus, apelamos à Sua misericórdia. Mas se ofendemos a Sua misericórdia, a quem podemos apelar? Ofender o Pai que nos ama e insultar quem nos auxilia é um pecado pelo qual seremos severamente julgados.” São Padre Pio de Pietrelcina