Baruc, 6
36. No pueden devolver la vista al ciego, ni liberar al hombre que se halla en necesidad.
36. No pueden devolver la vista al ciego, ni liberar al hombre que se halla en necesidad.
“Não se desencoraje, pois, se na alma existe o contínuo esforço de melhorar, no final o Senhor a premia fazendo nela florir, de repente, todas as virtudes como num jardim florido.” São Padre Pio de Pietrelcina