25. Los gersonitas tenían a su cargo, en la Carpa del Encuentro, la Morada y la Carpa, su toldo y el tapiz que estaba a la entrada de la Carpa del Encuentro;





“A divina bondade não só não rejeita as almas arrependidas, como também vai em busca das almas teimosas”. São Padre Pio de Pietrelcina