23. "Entonces dejen de lado los dioses extraños que hay en medio de ustedes, e inclinen sus corazones al Señor, el Dios de Israel".





“Queira o dulcíssimo Jesus conservar-nos na Sua graça e dar-nos a felicidade de sermos admitidos, quando Ele quiser, no eterno convívio…” São Padre Pio de Pietrelcina