4. Sedecías no escapará de las manos de los caldeos, sino que caerá en manos del rey de Babilonia: él le hablará cara a cara y lo verá con sus propios ojos;





“O meu passado, Senhor, à Tua misericórdia. O meu Presente, ao Teu amor. O meu futuro, à Tua Providência.” São Padre Pio de Pietrelcina