26. Yo confirmo la palabra de mis servidores y cumplo el designio de mis mensajeros. Yo digo de Jerusalén: "¡Que sea habitada!", y de las ciudades de Judá: "¡Que sean reconstruidas!", y yo restauraré sus ruinas.





“Devemos odiar os nossos pecados, visto que o amor ao Senhor significa paz”. São Padre Pio de Pietrelcina