35. Un tal Dositeo, valeroso jinete de las tropas de Bacenor, se apoderó de Gorgias y, tirándole de la capa, lo arrastraba con fuerza a fin de capturar vivo a aquel infame. Pero un jinete tracio se abalanzó sobre Dositeo y lo hirió por la espalda, y así Gorgias pudo huir hacia Marisa.





“Deus quer que as suas misérias sejam o trono da Sua misericórdia.” São Padre Pio de Pietrelcina