I Crónicas, 7
32. Jéber fue padre de Iaflet, de Sémer, de Jotán, y de Suá, la hermana de estos.
32. Jéber fue padre de Iaflet, de Sémer, de Jotán, y de Suá, la hermana de estos.
1 Chronicles 7 es un capítulo que habla sobre las familias de Isacar, Benjamin y Naphtali, describiendo a sus descendientes y sus tierras. Algunos temas cubiertos son la importancia de las genealogías, la división de la tierra entre las tribus de Israel y la prosperidad de la nación.
Números 26:23-25: "Los descendientes de Isacar según sus familias: tontos, la familia de los tolanitas; de Puá, la familia de los Puatitas; de Jasub, la familia de los Jasubitas; de Sinrom, la familia de Sinromites ". Este versículo menciona a la tribu Issacar, que es una de las tribus abordadas en 1 Crónicas 7 y cuyos descendientes figuran en el capítulo.
Joshua 19:32-39: "El sexto lote salió a los clanes de los hijos de Naphtali (...) Cislon, Hamá, Quitz, corrió, veintitrés ciudades con sus aldeas". Este versículo habla sobre las tierras que se entregaron a la tribu Naphtali, otra tribu mencionada en 1 Crónicas 7.
Joshua 18:21-28: "El noveno lote salió a las tribus de los hijos de Benjamin (...) Gibeá, Ramá, Berote, veintiún ciudades con sus aldeas". Este versículo menciona las tierras que se entregaron a la tribu de Benjamin, que también se aborda en 1 Crónicas 7.
1 Crónicas 7:23: "Había muchos hijos de Naphtali que nacieron en esos días, había siete hijos, el más joven, Jael, se convirtió en el más famoso entre todos". Este versículo habla sobre la gran cantidad de niños nacidos de la tribu de Naphtali y destaca a Jael como el más famoso de ellos.
1 Crónicas 7:40: "Todos estos eran descendientes de Aser, jefes de familia, hombres valientes, príncipes. Fueron registrados de acuerdo con sus genealogías para el servicio militar: 26,000 hombres". Este versículo menciona a la tribu de Aser y sus descendientes, que eran hombres valientes y aptos para el servicio militar, y también destaca la importancia de las genealogías en la organización de la nación de Israel.
“Enquanto tiver medo de ser infiel a Deus, você não será’. Deve-se ter medo quando o medo acaba!” São Padre Pio de Pietrelcina
