20. Tomaste a tus hijos y a tus hijas, los que tú habías engendrado para mí, y los sacrificaste a esas imágenes como alimento. ¿Acaso no te bastaba con prostituirte,





“Um dia você verá surgir o infalível triunfo da justiça Divina sobre a injustiça humana”. São Padre Pio de Pietrelcina