Talált 455 Eredmények: vuestros

  • para que sepan vuestros descendientes que yo hice habitar en cabañas a los israelitas cuando los saqué de la tierra de Egitpo. Yo, Yahveh, vuestro Dios. (Levítico 23, 43)

  • Aarón lo preparará fuera del velo del Testimonio, en la Tienda del Encuentro para que arda de continuo ante Yahveh desde la tarde hasta la mañana. Es decreto perpetuo para vuestros descendientes. (Levítico 24, 3)

  • y los dejaréis en herencia a vuestros hijos después de vosotros como propiedad perpetua. A éstos los podréis tener como siervos; pero si se trata de vuestros hermanos, los israelitas, tú, como entre hermanos, no le mandarás con tiranía. (Levítico 25, 46)

  • Perseguiréis a vuestros enemigos; que caerán ante vosotros a filo de espada. (Levítico 26, 7)

  • Cinco de vosotros perseguiréis a cien, y cien de vosotros perseguiréis a 10.000; vuestros enemigos ante vosotros caerán a filo de espada. (Levítico 26, 8)

  • también yo haré lo mismo con vosotros. Traeré sobre vosotros el terror, la tisis y la fiebre, que os abrasen los ojos y os consuman el alma. Sembraréis en vano vuestra semilla, pues se la comerán vuestros enemigos. (Levítico 26, 16)

  • Me volveré contra vosotros y seréis derrotados ante vuestros enemigos; os tiranizarán los que os aborrecen y huiréis sin que nadie os persiga. (Levítico 26, 17)

  • Si ni aun con esto me obedecéis, volveré a castigaros siete veces más por vuestros pecados. (Levítico 26, 18)

  • Y si seguís enfrentándoos conmigo y no queréis oírme, volveré a castigaros siete veces más a causa de vuestros pecados. (Levítico 26, 21)

  • Soltaré contra vosotros las fieras salvajes, que os privarán de vuestros hijos, exterminarán vuestro ganado y os reducirán a unos pocos, de modo que vuestros caminos queden desiertos. (Levítico 26, 22)

  • también yo me enfrentaré con vosotros, y os azotaré yo mismo siete veces más por vuestros pecados. (Levítico 26, 24)

  • yo me enfrentaré a vosotros con ira, y os castigaré yo mismo siete veces más por vuestros pecados. (Levítico 26, 28)


“O santo silêncio nos permite ouvir mais claramente a voz de Deus”. São Padre Pio de Pietrelcina