Talált 106 Eredmények: victoria de Jericó

  • y exhortaba a los que le acompañaban a no temer el ataque de los gentiles, teniendo presentes en la mente los auxilios que antes les habían venido del Cielo, y a esperar también entonces la victoria que les habría de venir de parte del Todopoderoso. (II Macabeos 15, 8)

  • Entonces Macabeo, al observar la presencia de las tropas, la variedad de las armas preparadas y el fiero aspecto de los elefantes, extendió las manos al cielo e invocó al Señor que hace prodigios, pues bien sabía que, no por medio de las armas, sino según su decisión, concede él la victoria a los que la merecen. (II Macabeos 15, 21)

  • Se prepara el caballo para el día del combate, pero la victoria es de Yahveh. (Proverbios 21, 31)

  • Como palmera me he elevado en Engadí, como plantel de rosas en Jericó, como gallardo olivo en la llanura, como plátano me he elevado. (Eclesiástico 24, 14)

  • Destilad, cielos, como rocío de lo alto, derramad, nubes, la victoria. Abrase la tierra y produzca salvación, y germine juntamente la justicia. Yo, Yahveh, lo he creado. (Isaías 45, 8)

  • Yo le he suscitado para la victoria y he allanado todos sus caminos. El reconstruirá mi ciudad y enviará a mis deportados sin rescate y sin recompensa», dice Yahveh Sebaot. (Isaías 45, 13)

  • diciendo: ¡Sólo en Yahveh hay victoria y fuerza! A él se volverán abochornados todos los que se inflamaban contra él. (Isaías 45, 24)

  • Yo hago acercarse mi victoria, no está lejos, mi salvación no tardará. Pondré salvación en Sión, mi prez será para Israel. (Isaías 46, 13)

  • ¡Si hubieras atendido a mis mandatos, tu dicha habría sido como un río y tu victoria como las olas del mar! (Isaías 48, 18)

  • Las tropas caldeas les persiguieron y dando alcance a Sedecías en los llanos de Jericó, le prendieron y le subieron a Riblá, en tierra de Jamat, adonde Nabucodonosor, rey de Babilonia, que lo sometió a juicio. (Jeremías 39, 5)

  • Las tropas caldeas persiguieron al rey Sedecías y le dieron alcance en los llanos de Jericó; entonces todo el ejército se dispersó de su lado. (Jeremías 52, 8)

  • ¿Contra los ríos arde tu cólera, Yahveh, contra el mar tu furor, para que montes en tus caballos, en tus carros de victoria? (Habacuc 3, 8)


“O meu passado, Senhor, à Tua misericórdia. O meu Presente, ao Teu amor. O meu futuro, à Tua Providência.” São Padre Pio de Pietrelcina