Talált 344 Eredmények: sacrificios en el templo

  • Por el día enseñaba en el Templo y salía a pasar la noche en el monte llamado de los Olivos. (Lucas 21, 37)

  • Y todo el pueblo madrugaba para ir donde él y escucharle en el Templo. (Lucas 21, 38)

  • Dijo Jesús a los sumos sacerdotes, jefes de la guardia del Templo y ancianos que habían venido contra él: «¿Como contra un salteador habéis salido con espadas y palos? (Lucas 22, 52)

  • Estando yo todos los días en el Templo con vosotros, no me pusisteis las manos encima; pero esta es vuestra hora y el poder de las tinieblas.» (Lucas 22, 53)

  • y estaban siempre en el Templo bendiciendo a Dios. (Lucas 24, 53)

  • Y encontró en el Templo a los vendedores de bueyes, ovejas y palomas, y a los cambistas en sus puestos. (Juan 2, 14)

  • Haciendo un látigo con cuerdas, echó a todos fuera del Templo, con las ovejas y los bueyes; desparramó el dinero de los cambistas y les volcó las mesas; (Juan 2, 15)

  • Más tarde Jesús le encuentra en el Templo y le dice: «Mira, estás curado; no peques más, para que no te suceda algo peor.» (Juan 5, 14)

  • Mediada ya la fiesta, subió Jesús al Templo y se puso a enseñar. (Juan 7, 14)

  • Gritó, pues, Jesús, enseñando en el Templo y diciendo: «Me conocéis a mí y sabéis de dónde soy. Pero yo no he venido por mi cuenta; sino que verdaderamente me envía el que me envía; pero vosotros no le conocéis. (Juan 7, 28)

  • Pero de madrugada se presentó otra vez en el Templo, y todo el pueblo acudía a él. Entonces se sentó y se puso a enseñarles. (Juan 8, 2)

  • Estas palabras las pronunció en el Tesoro, mientras enseñaba en el Templo. Y nadie le prendió, porque aún no había llegado su hora. (Juan 8, 20)


“Quanto maiores forem os dons, maior deve ser sua humildade, lembrando de que tudo lhe foi dado como empréstimo.”(Pe Pio) São Padre Pio de Pietrelcina