Talált 486 Eredmények: sacerdote Joiada

  • Zorobabel, hijo de Sealtiel, Josué, hijo de Yehosadaq, sumo sacerdote, y todo el Resto del pueblo escucharon la voz de Yahveh, su Dios, y las palabras del profeto Ageo, según la misión que Yahveh su Dios le había encomendado, y temió el pueblo delante de Yahveh. (Ageo 1, 12)

  • Y movió Yahveh el espíritu de Zorobabel, hijo de Sealtiel, gobernador de Judá, el espíritu de Josué, hijo de Yehosadaq, sumo sacerdote, y el espíritu de todo el Resto del pueblo. Y vinieron y emprendieron la obra en la Casa de Yahveh Sebaot, su Dios. (Ageo 1, 14)

  • Habla ahora a Zorobabel, hijo de Sealtiel, gobernador de Judá, a Josué, hijo de Yehosadaq, sumo sacerdote, y al resto del pueblo, y di: (Ageo 2, 2)

  • ¡Mas ahora, ten ánimo, Zorobabel, oráculo de Yahveh; ánimo, Josué, hijo de Yehosadaq, sumo sacerdote, ánimo, pueblo todo de la tierra!, oráculo de Yahveh. ¡A la obra, que estoy yo con vosotros - oráculo de Yahveh Sebaot - (Ageo 2, 4)

  • Me hizo ver después al sumo sacerdote Josué, que estaba ante el ángel de Yahveh; a su derecha estaba el Satán para acusarle. (Zacarías 3, 1)

  • Escucha, pues, Josué, sumo sacerdote, tú y tus compañeros que se sientan en tu presencia - pues son hombres de presagio -: He aquí que yo voy a traer a mi siervo «Germen». (Zacarías 3, 8)

  • tomas la plata y el oro, haces una corona, la pones en la cabeza del sumo sacerdote Josué, hijo de Yehosadaq, (Zacarías 6, 11)

  • El edificará el Templo de Yahveh; él llevará las insignias reales, se sentará y dominará en su trono; habrá un sacerdote a su derecha, y consejo de paz habrá entre ellos dos. (Zacarías 6, 13)

  • Pues los labios del sacerdote guardan la ciencia, y la Ley se busca en su boca; porque él es el mensajero de Yahveh Sebaot. (Malaquías 2, 7)

  • Y Jesús le dice: «Mira, no se los digas a nadie, sino vete, muéstrate al sacerdote y presenta la ofrenda que prescribió Moisés, para que les sirva de testimonio. (Mateo 8, 4)

  • Entonces los sumos sacerdotes y los ancianos del pueblo se reunieron en el palacio del Sumo Sacerdote, llamado Caifás; (Mateo 26, 3)

  • En esto, uno de los que estaban con Jesús echó mano a su espada, la sacó e, hiriendo al siervo del Sumo Sacerdote, le llevó la oreja. (Mateo 26, 51)


“Não se desencoraje se você precisa trabalhar muito para colher pouco. Se você pensasse em quanto uma só alma custou a Jesus, você nunca reclamaria!” São Padre Pio de Pietrelcina