Talált 226 Eredmények: piedra de ayuda

  • Dijo luego Yahveh Dios: «No es bueno que el hombre esté solo. Voy a hacerle una ayuda adecuada.» (Génesis 2, 18)

  • El hombre puso nombres a todos los ganados, a las aves del cielo y a todos los animales del campo, mas para el hombre no encontró una ayuda adecuada. (Génesis 2, 20)

  • Entonces se dijeron el uno al otro: «Ea, vamos a fabricar ladrillos y a cocerlos al fuego.» Así el ladrillo les servía de piedra y el betún de argamasa. (Génesis 11, 3)

  • Levantóse Jacob de madrugada, y tomando la piedra que se había puesto por cabezal, la erigió como estela y derramó aceite sobre ella. (Génesis 28, 18)

  • y esta piedra que he erigido como estela será Casa de Dios; y de todo lo que me dieres, te pagaré el diezmo.» (Génesis 28, 22)

  • Cuando he aquí que divisa un pozo en el campo, y allí mismo tres rebaños de ovejas sesteando junto a él, pues de aquel pozo se abrevaban los rebaños. Sobre la boca del pozo había una gran piedra. (Génesis 29, 2)

  • Allí se reunían todos los rebaños: se revolvía la piedra de encima de la boca del pozo, abrevaban las ovejas, y devolvían la piedra a su sitio sobre la boca del pozo. (Génesis 29, 3)

  • Contestaron: «No podemos hasta que se reúnan todos los rebaños y se revuelva la piedra de sobre la boca del pozo. Entonces abrevaremos las ovejas.» (Génesis 29, 8)

  • En cuanto vio Jacob a Raquel, hija de Labán, el hermano de su madre, y las ovejas de Labán, hermano de su madre, acercóse Jacob y revolvió la piedra de sobre la boca y abrevó los ovejas de Labán, el hermano de su madre. (Génesis 29, 10)

  • Jacob tomó una piedra y la erigió como estela. (Génesis 31, 45)

  • Jacob erigió una estela en el lugar donde había hablado Dios con él: una estela de piedra; derramó sobre ella una libación, y vertió sobre ella aceite. (Génesis 35, 14)

  • pero es roto su arco violentamente y se aflojan los músculos de sus brazos por las manos del Fuerte de Jacob, por el Nombre del Pastor, la Piedra de Israel, (Génesis 49, 24)


“Nossa Senhora recebeu pela inefável bondade de Jesus a força de suportar até o fim as provações do seu amor. Que você também possa encontrar a força de perseverar com o Senhor até o Calvário!” São Padre Pio de Pietrelcina