Talált 23 Eredmények: perecer

  • Al que haga en tal día un trabajo cualquiera, yo lo haré perecer de en medio de su pueblo. (Levítico 23, 30)

  • Si haces perecer a este pueblo como un solo hombre, dirán los pueblos que han oído hablar de ti: (Números 14, 15)

  • Cualquiera que se acerca a la Morada de Yahveh, muere. ¿Es que vamos a perecer hasta no quedar uno?» (Números 17, 28)

  • Enviaron entonces el arca de Dios a Ecrón, exclamaron los ecronitas: Han encaminado hacia mí el arca del Dios de Israel para hacerme perecer con mi pueblo.» (I Samuel 5, 10)

  • David se dijo a sí mismo: «Algún día voy a perecer a manos de Saúl. Lo mejor será refugiarme en tierra de filisteos. Saúl dejará de perseguirme por todos los términos de Israel y escaparé de sus manos.» (I Samuel 27, 1)

  • así que llamadme a todos los profetas de Baal, y a todos sus sacerdotes, sin que falte ninguno, porque tengo que hacer un gran sacrificio a Baal; todo el que falte morirá.» Jehú obraba con astucia para hacer perecer a los servidores de Baal. (II Reyes 10, 19)

  • Dijo ella: «Si al rey le parece bien, y si he hallado gracia a sus ojos, si la petición le parece justa al rey y yo misma soy grata a sus ojos, que se escriba para revocar los decretos escritos por Amán, hijo de Hamdatá, de Agag, y maquinados para hacer perecer a los judíos de todas las provincias del rey. (Ester 8, 5)

  • Todo el pueblo de los justos, estremecido por el terror de sus desgracias, se disponía a perecer y clamaba a Dios. (Ester 11, 9)

  • ¿Quién es el que quiere litigar conmigo? ¡Pues desde ahora acepto callar y perecer! (Job 13, 19)

  • harás perecer su fruto de la tierra, y su semilla de entre los hijos de Adán. (Salmos 21, 11)

  • Se ve, en cambio, fenecer a los sabios, perecer a la par necio y estúpido, y dejar para otros sus riquezas. (Salmos 49, 11)

  • Ya en su presencia, acusaron al pueblo diciendo: «Judas y sus hermanos han hecho perecer a todos tus amigos y a nosotros nos han expulsado de nuestro país. (I Macabeos 7, 6)


“Quanto maiores forem os dons, maior deve ser sua humildade, lembrando de que tudo lhe foi dado como empréstimo.” São Padre Pio de Pietrelcina