Talált 1406 Eredmények: pecado de David

  • No reine, pues, el pecado en vuestro cuerpo mortal de modo que obedezcáis a sus apetencias. (Romanos 6, 12)

  • Ni hagáis ya de vuestros miembros armas de injusticia al servicio del pecado; sino más bien ofreceos vosotros mismos a Dios como muertos retornados a la vida; y vuestros miembros, como armas de justicia al servicio de Dios. (Romanos 6, 13)

  • Pues el pecado no dominará ya sobre vosotros, ya que no estáis bajo la ley sino bajo la gracia. (Romanos 6, 14)

  • ¿No sabéis que al ofreceros a alguno como esclavos para obedecerle, os hacéis esclavos de aquel a quien obedecéis: bien del pecado, para la muerte, bien de obediencia, para la justicia? (Romanos 6, 16)

  • Pero gracias a Dios, vosotros, que erais esclavos del pecado, habéis obedecido de corazón a aquel modelo de doctrina al que fuisteis entregados, (Romanos 6, 17)

  • y liberados del pecado, os habéis hecho esclavos de la justicia. - (Romanos 6, 18)

  • Pues cuando erais esclavos del pecado, erais libres respecto de la justicia. (Romanos 6, 20)

  • Pero al presente, libres del pecado y esclavos de Dios, fructificáis para la santidad; y el fin, la vida eterna. (Romanos 6, 22)

  • Pues el salario del pecado es la muerte; pero el don gratuito de Dios, la vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro. (Romanos 6, 23)

  • ¿Qué decir, entonces? ¿Que la ley es pecado? ¡De ningún modo! Sin embargo yo no conocí el pecado sino por la ley. De suerte que yo hubiera ignorado la concupiscencia si la ley no dijera: ¡No te des a la concupiscencia! (Romanos 7, 7)

  • Mas el pecado, tomando ocasión por medio del precepto, suscitó en mi toda suerte de concupiscencias; pues sin ley el pecado estaba muerto. (Romanos 7, 8)

  • ¡Ah! ¡Vivía yo un tiempo sin ley!, pero en cuanto sobrevino el precepto, revivió el pecado, (Romanos 7, 9)


“O verdadeiro servo de Deus é aquele que usa a caridade para com seu próximo, que está decidido a fazer a vontade de Deus a todo custo, que vive em profunda humildade e simplicidade”. São Padre Pio de Pietrelcina