Talált 493 Eredmények: muerte de Sara
Ni tampoco Herodes, porque nos lo ha remitido. Nada ha hecho, pues, que merezca la muerte. (Lucas 23, 15)
Por tercera vez les dijo: «Pero ¿qué mal ha hecho éste? No encuentro en él ningún delito que merezca la muerte; así que le castigaré y le soltaré.» (Lucas 23, 22)
cómo nuestros sumos sacerdotes y magistrados le condenaron a muerte y le crucificaron. (Lucas 24, 20)
En verdad, en verdad os digo: el que escucha mi Palabra y cree en el que me ha enviado, tiene vida eterna y no incurre en juicio, sino que ha pasado de la muerte a la vida. (Juan 5, 24)
En verdad, en verdad os digo: si alguno guarda mi Palabra, no verá la muerte jamás.» (Juan 8, 51)
Le dijeron los judíos: «Ahora estamos seguros de que tienes un demonio. Abraham murió, y también los profetas; y tú dices: "Si alguno guarda mi Palabra, no probará la muerte jamás." (Juan 8, 52)
Al oírlo Jesús, dijo: «Esta enfermedad no es de muerte, es para la gloria de Dios, para que el Hijo de Dios sea glorificado por ella.» (Juan 11, 4)
Jesús lo había dicho de su muerte, pero ellos creyeron que hablaba del descanso del sueño. (Juan 11, 13)
Desde este día, decidieron darle muerte. (Juan 11, 53)
Los sumos sacerdotes decidieron dar muerte también a Lázaro, (Juan 12, 10)
Decía esto para significar de qué muerte iba a morir. (Juan 12, 33)
Pilato replicó: «Tomadle vosotros y juzgadle según vuestra Ley.» Los judíos replicaron: «Nosotros no podemos dar muerte a nadie.» (Juan 18, 31)