Talált 306 Eredmények: monte Sinaí

  • consumirá en este monte el velo que cubre a todos los pueblos y la cobertura que cubre a todos los gentes; (Isaías 25, 7)

  • Porque la mano de Yahveh reposará en este monte, Moab será aplastado en su sitio como se aplasta la paja en el muladar. (Isaías 25, 10)

  • Aquel día se tocará un cuerno grande, y vendrán los perdidos por tierra de Asur y los dispersos por tierra de Egipto, y adorarán a Yahveh en el monte santo de Jerusalén. (Isaías 27, 13)

  • Porque como en el monte Perasim surgirá Yahveh, como en el valle de Gabaón se enfurecerá para hacer su acción, su extraña acción, y para trabajar su trabajo, su exótico trabajo. (Isaías 28, 21)

  • Será como cuando el hambriento sueña que está comiendo, pero despierta y tiene el estómago vacío; como cuando el sediento sueña que está bebiendo, pero se despierta cansado y sediento. Así será la turba de todas las gentes, que guerrean contra el monte Sión. (Isaías 29, 8)

  • Mil temblarán ante la amenaza de uno solo; ante la amenaza de cinco huiréis, hasta que seáis dejados como mástil en la cúspide del monte y como gallardete sobre una colina. (Isaías 30, 17)

  • Habrá sobre todo monte alto y sobre todo cerro elevado manantiales que den aguas perennes, el día de la gran matanza, cuando caigan las fortalezas. (Isaías 30, 25)

  • Vosotros cantaréis como en la noche de santificar fiesta; se os alegrará el corazón como el de quien va al son de flauta a entrar en el monte de Yahveh, a la Peña de Israel. (Isaías 30, 29)

  • Porque así me ha dicho Yahveh: Como ruge el león y el cachorro sobre su presa, y cuando se convoca contra él a todos los pastores, de sus voces no se intimida, ni de su tumulto se apoca: tal será el descenso de Yahveh Sebaot para guerrear sobre el monte Sión y sobre su colina. (Isaías 31, 4)

  • Pues saldrá un Resto de Jerusalén, y supervivientes del monte Sión; el celo de Yahveh Sebaot lo hará. (Isaías 37, 32)

  • Que todo valle sea elevado, y todo monte y cerro rebajado; vuélvase lo escabroso llano, y las breñas planicie. (Isaías 40, 4)

  • Súbete a un alto monte, alegre mensajero para Sión; clama con voz poderosa, alegre mensajero para Jerusalén, clama sin miedo. Di a las ciudades de Judá: «Ahí está vuestro Dios.» (Isaías 40, 9)


“Há alegrias tão sublimes e dores tão profundas que não se consegue exprimir com palavras. O silêncio é o último recurso da alma, quando ela está inefavelmente feliz ou extremamente oprimida!” São Padre Pio de Pietrelcina