Talált 256 Eredmények: lavar los pies

  • Estos sacudieron contra ellos el polvo de sus pies y se fueron a Iconio. (Hechos 13, 51)

  • Había allí, sentado, un hombre tullido de pies, cojo de nacimiento y que nunca había andado. (Hechos 14, 8)

  • le dijo con fuerte voz: «Ponte derecho sobre tus pies.» Y él dio un salto y se puso a caminar. (Hechos 14, 10)

  • Este, al recibir tal orden, los metió en el calabozo interior y sujetó sus pies en el cepo. (Hechos 16, 24)

  • El carcelero pidió luz, entró de un salto y tembloroso se arrojó a los pies de Pablo y Silas, (Hechos 16, 29)

  • se acercó a nosotros, tomó el cinturón de Pablo, se ató sus pies y sus manos y dijo: «Esto dice el Espíritu Santo: Así atarán los judíos en Jerusalén al hombre de quien es este cinturón. Y le entregarán en manos de los gentiles.» (Hechos 21, 11)

  • «Yo soy judío, nacido en Tarso de Cilicia, pero educado en esta ciudad, instruido a los pies de Gamaliel en la exacta observancia de la Ley de nuestros padres; estaba lleno de celo por Dios, como lo estáis todos vosotros el día de hoy. (Hechos 22, 3)

  • Ligeros sus pies para derramar sangre; (Romanos 3, 15)

  • Y ¿cómo predicarán si no son enviados? Como dice la Escritura: ¡Cuán hermosos los pies de los que anuncian el bien! (Romanos 10, 15)

  • Y el Dios de la paz aplastará bien pronto a Satanás bajo vuestros pies. La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con vosotros. (Romanos 16, 20)

  • Y no puede el ojo decir a la mano: «¡No te necesito!» Ni la cabeza a los pies: «¡No os necesito!» (I Corintios 12, 21)

  • Porque debe él reinar hasta que ponga a todos sus enemigos bajo sus pies. (I Corintios 15, 25)


“Procuremos servir ao Senhor com todo o coração e com toda a vontade. Ele nos dará sempre mais do que merecemos.” São Padre Pio de Pietrelcina